La programación de la 65ª edición de la Berlinale tiene que estar al caer. Durante este mes y el siguiente, el recién renovado director Dieter Kosslick anunciará los filmes del primer gran festival de año en Europa. Del 5 al 15 de febrero desfilarán por la capital germana los primeros títulos a tener en cuenta del 2015. Unos títulos que, desgraciadamente para el certamen alemán, dependerán de Cannes, como casi siempre. Es por ello que elaborar un listado con las posibles participantes sea una labor casi esotérica, atendiendo al poder cannois. Algo que cobra más dificultad, si cabe, con las representantes francesas; en un año en el que estrenan Robert Guédiguian, Maïwenn LeBesco o Philippe Claudel. Estos dos últimos no serían malas bazas para la organización de la Berlinale. Al igual que un Thomas Vinterberg inaugurando la competición con Lejos del mundanal ruido. Nombres como Tim Burton, Ron Howard, Denis Villeneuve (que buscará debutar en Cannes con Sicario), Kenneth Branagh, Todd Haynes, o, incluso, Jeff Nichols o Gus Van Sant darían un enorme empaque al evento. La mercadotecnia vendría del lado de los hermanos Wachowski o la vuelta de Neil Blomkamp. Cada vez es más habitual que festivales de estas dimensiones acogan blockbusters como primer test screening masivo. Autores europeos como Nikolaj Arcel, Miguel Gomes, Andrew Haigh, Bence Fliegauf o Florian Serban deberían tener un hueco asegurado en la competición. Así como Dominga Sotomayor, Gerardo Naranjo o Isabel Coixet como estandartes hispano-parlantes. Por el lado oriental, la aparición de la continuación de Tigre y Dragón, y la vuelta de Sion Sono y Hou Hsiao Hsien deben ser otros de los seguros en el Palast. Sin olvidar la cuota alemana, este año pueden aparecer en Sección Oficial como Wim Wenders, Tom Tywker o Werner Herzog. Todas atractivas elucubraciones. Seguro que Kosslick y el espectador berlinés las firman.
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